Saturday, January 1, 2011

Desde Mexico...


¿Mexico Lindo y Querido, Como estas ahora?


Después de 9 años de ausencia en el país que marco las primeras líneas de identidad sobre mi piel, logre volver a MEXICO. Aunque nunca estuve al todo desconectada de México dado que viví casi toda mi vida en California en donde siempre fui identificada como: Mexicana-Americana, así con el guion entre medio y en ese orden horizontal.
Desde hace más de tres años venia pensando en un próximo retorno al país Azteca. Durante ese tiempo vivia en Colombia donde realizaba la labor de acompañante
internacional de derechos humanos con la organización FOR (por sus siglas de ingles).
Recuerdo que la mayoría de mis amistades y grupos solidarios me llamaban “la mexicana” y así invocaban en mí una cierta búsqueda externa de una identidad compleja para quienes nos consideramos xican@s.
Desde entonces, y sin ellxs darse cuenta, mis núcleos de diversas amistades
empezaron a convocar mis deseos de volver a México. Pensaba en algún día poder nuevamente encontrarme con la vibrante cultura polarizada por la influencia yanqui y las tradiciones enraizadas. En el 2009, después de salir de Colombia-- a contradicción de mis planes iniciales--decidí primero conocer el sur de nuestra Latinoamérica y viajar con MUCOV hasta llegar a la Argentina.
Los acontecimientos en la Amazonia del Perú, el juicio de Fujimori, los movimientos socio-políticos del pueblo en Bolivia, presenciar una de las cumbre del ALBA, ademas de mirar los cambios, logros y retrocesos sociales de la Argentina, y el compartir con mucha gente sudamericana me alimento para mejor completar el panorama imaginario que estaba proyectándose dentro de mi mundo interior.

Durante mis viajes conversaba con muchas personas que me recordaban que el Chavo del 8 era un escudo Mexicano, que el movimiento Zapatista continuaba impulsando cambios para el sureste del pais y me incentivaban a poder entender lo que ha sido de México en la última década. Y también provocaban en mi muchas preguntas tales como: ¿Por qué en la sede del éxodo migratorio más grande del mundo de las ultimas decadas, los migrantes centroamericanos son tratados con tanta brutalidad?


¿Qué significa ahora tener una de las fronteras más militarizadas y polémicas del mundo? ¿Que se había empeorado desde que el PRI se convirtió en la oposición, y el PAN se instaló en el gobierno con Calderón 
como presidente? ¿Qué fue de la gente y de la futura economía 17 años después de que firmó el Tratado de Libre Comercio (NAFTA)? ¿Qué significa el Plan Mérida en la vida real (y no como documento en las mesas de los uniformados y delegados de Washington)? ¿Qué significa la llamada colombianización de México cuando el narco-trafico siempre ha tenido que pasar por las tierras Aztecas para entrar a las narices del del Tío Sam? ¿Qué significa "guerra" en un país en donde la historia de violencia sigue siendo un alimento cotidiano que se come con tacos y guacamole?
¿Qué pasa en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua más conocida por su trayectoria de feminicidios mientras día a día se va auto-reconociendo como el basurero de TEXAS y el laboratorio de guerra para los gobierno de Calderón y Obama?
Ya eran demasiadas preguntas las que buscaban su eco en el norte americano y ya no había lugar para tanto dentro de mi imaginación—necesitaba desvestir mis incógnitas en vivo. Poco a poco los escenarios se iban acomodando para que a finales del 2010
pudiera abordar en un avión y volver a pisar territorio Mexicano. Llegue con la esperanza de poder encontrar más que buenos tequilas acompañados de un buen Mariachi en la cuidad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, MEX., en donde una familia quasi desconocida me esperaba.
¿Choque-Cultural?!? ¿Que es eso wey?

Para ser breve lo que me sucedió durante mi primer mes en Guadalajara fue un choque cultural al borde de una crisis sensorial. No solo fue el ver que mis primos pequeñitos ya eran hombres adultos, ni el saber que me había perdido la gran mayoría de las quinceañeras de mis primas y sobrinas. Tampoco fue solo el hecho de ver a mis tías y tíos con más canas, y a mis abuelas caminar a pasitos y en cámara lenta. Las emociones que genero el encuentro con mi familia se unió a la impresión que me causo  la  moderna configuracion que habia tomado la metrópolis de Guadalajara. A mí me pareció que la ciudad está diseñada como una copia de los barrios de Los Ángeles, California: El grafiti pandillero, la basura en las calles y más que todo el mercado estadounidense marcando territorio por doquier con sus mega empresas y monopolios ¿Cómo que aquí existen tantos McDonald’s, Burger Kings, Carl’s Jr., y 7-Elevens, y Home Depot? No te sorprendas si dentro de las Wal-Mart te encuentras tarjetas navideñas con la Virgen de Guadalupe,” me dice mi prima tratando de 
no reírse de mi cara de espanto.
Ver tantos iconos emblemáticos del mercado estadounidense yuxtapuestos con las imágenes tan tradicionales del país me ayudo a entender lo que significa ser el vecino del imperio gringo.
Pero felizmente existen dos lados de la misma moneda y también he podido deleitarme con las cosas hermosas que resaltan en esta patria Guadalupana. La comida, para quienes comemos picante, supera mis expectativas diariamente. Igualmente, disfruto mucho de escuchar los sonidos musicales, las expresiones y la jerigonza marcada por el inconfundible acento mexiquense (este tema da para otro Blog completo). No es sorprendente que aquí te digan, “okey” en vez de “sí, claro” y que el “bye” este reemplazando el “adiós” como expresión de saludo de despedida. Y mi reencuentro con la música emotiva y trágicamente romántica que me recuerda de los LP’s que mi papa ponía durante mi juventud: José José, Los Terrícolas, Joan Sebastián, JuanGa, Roció Durcal, etc.
También la cuidad tiene lo que se llama “domingos recreativos”, para cuando se cierran avenidas principales a automóviles y es un tipo de ciclo vía peatonal establecida cada domingo. Y para estimular el imaginario cultural, me sigue impresionando igual que en mi adolescencia el arte que fue desarrollada y plasmada en la identidad colectiva durante la primera mitad del siglo veinte. Además, cuando llegué a México la iconografía del país era muy visible y la capital se lucia con la parafernalia de las celebraciones de ambos, su bicentenario de la independencia y el centenario de la revolución. En el D.F. por ejemplo, estaba el Zócalo que lo conforman la Catedral y la Casa Presidencial iluminados por luces de vibrantes colores dándole vida a la obscuridad. Parecía que lo habían adaptado a los templos aztecas antes de siglo 16 pero todo con tecnología del nuevo milenio. Y también tenían imágenes de Zapata, Las Adelitas, y presentaciones de la historia de México que alimentaban el nacionalismo y reconocimiento histórico.
Desde luego que estos escenarios daban mucho para el debate sobre los logros y la hipocresía de un país que aún no llega a la independencia total de su pueblo ni a la integración cultural de una identidad revolucionada. Además, los gastos invertidos en tales celebraciones dieron mucho de que quejarse para quienes opinan que la educación, y obras sociales deberían de ser prioridad para cualquier gasto que sume múltiples millonadas.

Y ahora Carolina y yo estamos con los ojos muy abiertos y las expectativas muy altas para este 2011. Les avisaremos de las propuestas que tenemos para continuar con las metas del proyecto MUCOV este año. ¡Estaremos pendientes de cualquier visita que nos propongan las compañeras y amigos que conocimos en Latinoamérica!

2 comments:

  1. Mayra,

    De vez en cuando entro a tu blog y siempre quedo sorprendido del salto increíble que han tenido tus palabras y tu curiosidad. Es como si se delineara tu búsqueda interior en estas descripciones del mundo exterior. Siempre inspiradora. Me encanta.

    Tu viejo amigo,
    Patricio Maya

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  2. Gracias Pat!!!!! Estare en L.A. en julio. Nos veremos!

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